IGLESIA

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El templo parroquial

martes, 26 de septiembre de 2017

CHIPAQUE RECORDADO POR DOS VENERABLES ANCIANOS



CHIPAQUE RECORDADO POR DOS VENERABLES ANCIANOS

COLABORACIÓN DE YOVANY ANDRES ROMERO B

Ocho años después y agradeciendo el espacio que me brindó el maestro Edgar Tarazona en su blog, vuelvo a compartirles dos vidas que trascurrieron en poco más de 80 años y que sus protagonistas me la narraron en solo 20 minutos, pero que valen la pena ser conocidas
Chipaque vivido y contado por dos jovencitos del siglo 20

El reloj marcaba casi la una de la tarde, pasaban lentas las horas del último día del año 2009. Con un sol de esos que estamos acostumbrados a disfrutar en la temporada decembrina de mi pueblo, quise darme un “rolis” por el parque Justo Pastor Ángel con la idea de encontrarme con algún amigo.
El mejor sitio para resguardarme del sol lo tenían ocupado dos de las personas más antiguas del municipio en aquel entonces y eso me llamó poderosamente la atención. Pensé de inmediato en entablar una conversación con ellos. Los interrumpí y pedí que si podía compartir la silla. De inmediato un acto de caballerosidad me indicaba su aprobación. Entonces vino un apretón de manos con estos dos personajes y sus saludos me hicieron entender que estrechaba mi puño con personas que se dedicaron a trabajar gran parte de su vida y así me lo confirmaban las texturas de sus pieles duras, arrugadas, con poco de motricidad fina, pero eso si, muy firmes. Aquel día, entre ellos y yo sumábamos 222 años de existencia.
Era común verlos sentados, de pierna cruzada a cualquier hora del día. Eran don Alfredo Guavita, de 97 años y Pachito Baquero con sus 89 abriles, quienes compartían juntos las hojas de un periódico de la fecha.

Rompí el hielo diciendo: ¿que hacen este par de jovencitos a esta hora por la calle?
- ¡¡Jajajajaja!! no señor, de jóvenes ya no tenemos nada. Por el contrario, somos tan viejos que deberíamos estar en la casa recostados – dijo uno.
Y el otro refutó jocosamente:
- Viejo usted, mientras yo tenga alientos de salir a la calle aquí me verán.
Decidí entonces, tomar el pulso sobre las fiestas decembrinas y agregué:
- ¿Acaso no piensan celebrar el año nuevo con sus familias?
- Claro, pero eso es más tarde, ahorita solo hacemos estorbo en la casa – dijo Pachito.
Esta escena en mi vida era irrepetible y me llamó la atención, tanto así que no pude perder la oportunidad de iniciar de inmediato una amena conversación con este par de jovencitos del siglo pasado. Así que interrogué hasta conocer historias, anécdotas o algún elemento que me permitiera descubrir lo que muchos no conocemos de ese Chipaque antiguo. Y ellos muy obedientes aceptaron platicar y me permitieron grabar algunos vagos recuerdos que en sus memorias aún resuenan.
Entonces retomé
- ¿Bueno, y don Alfredo cuantos años es que tiene?
Pasaron 3 ó 4 segundos y contestó:
- 97 años, yo soy nacido por allá en 1912.
- ¿Recuerda su fecha de nacimiento?
- En junio de 1912, pero el día eso si no me acuerdo.
- Sus orígenes don Alfredo, ¿quiénes fueron sus padres?
- Yo soy hijo de Nicolás Guavita y Rita Moreno, fui criado en Chipaque, viví en el campo la mayor parte de la vida, desde cuando era chino estuve en la vereda Cerezos en tierras de mi difunto padre. Ya viejo, como cerca de los 40 o cuarenta y pico de años me vine vivir a la Hacienda La María, allí saliendo del pueblo hacia Siecha, por que allá en cerezos las escuelas quedaban muy retiradas y se bregaba para la educación de los muchachos,
- ¿Cuántos hijos?
- Soy padre de nueve hijos.
- ¿Ha cambiado la manera de educar y formar a los hijos?
- En los años atrás era muy fácil criar a los hijos, había muy poca gente en el pueblo, solo había que darles el vestido, alimento y algo de estudio, había muy buena comida. Hoy en día es muy dura la situación por que la plata no alcanza.
- ¿Cómo fue esa época para ejercer el rol de papá?
- Toda mi vida me dediqué al negocio de la agricultura, yo sembraba papa, trigo, maíz, criaba el ganado; cuando tuve oportunidad les compre unos potreritos a los hijos de don Proceso Hernández a millón y medio les compre a cada uno y ya tenia como 30 o 40 novillos, en ese tiempo las fincas eran baratas y ya hoy en día las manejan los hijos. Se les enseño a trabajar y ellos siguieron con las tierras.
- ¿Qué extraña de su época dorada?
- Que se acabaron las fincas grandes, hoy en día ya no las hay, por ejemplo la que había por allá en los Cerezos que era de una familia de apellido Sabogal. El pueblo ya no tiene grandes propiedades, eso lo dejaron acabar.
- ¿Y qué hacer para regresar la actividad en el campo?
- Hoy en día el pueblo necesita muchas cosas, entre ellas la agricultura, la gente ya no siembra papá, maíz, habas, trigo, todo eso se acabó, no hay trabajos en los campos, los insumos son muy caros, todo se acabó.
- ¿Qué cambios nota ahora en la forma de vivir de los chipaquences?
- Pues ha cambiado mucho, ya no se sale a tomar cerveza, antes a cualquiera hora del día desfilaban los borrachos por las calles y en esa apoca se molestaba mucho con la cosa de la política. Era delicado con la cosa de los conservadores y los liberales.
- ¿Cuál tradición política había en Chipaque?
- Pues el partido conservador era muy antiguo en Chipaque. La gente se la pasaba vociferando borracha “Que viva el partido conservador y abajo los cachiporros”, se gritaban en las calles a cualquier hora del día.
- ¿Recuerda algo en particular de aquella época?
- Muchas cosas. Un día domingo me encontraba con un muchacho que se llamaba Manuel, y de por allí (señalando hacia la esquina de don Carlos González) salió un poco de gente y gritaban: ¡que viva el partido conservador! y le dije a Manuel: Vámonos, la gente esta molestando mucho y es mejor irnos. Y Manuel no hizo caso, yo si mejor me fui y me metí en la chichería, me senté, me tomé un basado de chicha y al rato llegaron con el cuento que habían matado a Manuel, el marido de la señora Eva. Pero gracias a Dios, hoy ya no existen los colores de la política y se puede estar uno tranquilo por la
calle. Hoy en día la gente cambió mucho frente a eso, ahora es la guerrilla la que no deja vivir en paz.
- ¿Cuál es su punto de vista frente a ese fenómeno social-político?
- El caso de la guerrilla, lo bueno es que en Chipaque ya no nos tenemos que preocupar por eso, ya están en otros lugares, incluso en algunas partes del llano donde hasta hace unos años era terrible vivir en el campo, tener su finquita. Yo espero que poco a poco pase esa maldad.
Denos el secreto para vivir tanto tiempo don Alfredo:
- Pues vivir tranquilo, estar con Dios. Poca gente queda de aquella época, ya no hay gente que dure los 90, muy pocos, la gente se muere muy rápido. De los pocos mayores que yo me acurdo son Aniceto Huérfano, Guillermo Carrillo, Arturo Torres
- ¿Qué espera para el 2010?
- Espero que mi Dios Santísimo me perdoné y me recoja, uno se cansa de vivir, a la edad que uno tiene ya es un poquito cansón.
- Y don Pachito Baquero, ¿cómo fue su vida?
- Yo soy modelo 1920
- ¿Dónde nació?
- En la Vereda Caldera, mi mamacita se llamaba Francisca Baquero.
- ¿Cuántos hijos?
- Padre de once hijos,
- ¿Cuántos nietos tiene?
- Yo ya no se cuantos muchachos son.
- ¿Cómo transcurrió su vida en Chipaque?
- Yo a la edad de los 16 años decidí irme con la cosa de los carros, como ayudante de un señor llamado Chucho Torres, hermano de Tarsicio Torres. Ahí me mantuve, trabajé juicioso y con el tiempo ahorré para comprarme mi propio carrito. Me dediqué toda la vida a los carros.
- ¿Hay recuerdos de aquella época?
- Pero no son muy buenos. Mire yo sufrí muchos atracos, el caso de los carros gemelos, los mismos de la empresa le copiaban a uno los datos del carro y se iban y cargaban la carga por uno y una ves resulté involucrado en un atraco en el que nunca participé y sucedió que un día me paró la policía en Cali y un policía me dijo su carro queda detenido.
- ¿Qué hay en su memoria del Chipaque de ayer?
- Hoy en día el pueblo esta muy grande, ha crecido mucho. Del Chipaque de la época de los años 40 recuerdo el mercadito que se ubicaba aquí en la plaza, donde el piso era en tierra y aquí se reunían los campesinos con su mercado, se dedicaban a la venta de animales, pero eso también lo dejaron acabar.
- ¡Aún hay gente auténticamente chipaquense?
- Claro, recuerdo a la esposa del difunto Israel Rey, doña María luisa Moreno de Rey. Los ricos del pueblo que eran el difunto Lucio Pardo rey, habían otros que eran los dueños de la Hacienda la María, antes de ser de don Alfredo; mas para abajo había otra hacienda La Marsella de ahí de tres esquinas para abajo, ellos tenían mucho plata. Gonzalo Rico, el padre de Fernando Rico y Augusto Rico; Don Abraham Baquero, el
vivía con el difunto y padrino mío el señor Teodomiro Baquero quien me crio a mi, hermano también de Dolores, Moisés y Braulio Baquero.
- ¿Cómo le tocó en época de la politiquería?
- Uy eso era terrible, a Dios gracias nunca me vi en lío político. Lo que si recuerdo es que por la misma época el mismo clero si intervenía en política, teníamos un curita bravo para eso y era el padre Carvajal, eso se paraba en el pulpito a echar política y eso prendía la hoguera en el pueblo.
- ¿Ya cambiaron esas épocas?
- Hoy en día se vive con más paz y tranquilidad. Sin embargo en Colombia se están cometiendo muchos delitos que no corresponden, no es posible, no es justo lo que pasa en los campos.
- ¿Algo insólito de aquella época?
- Yo ya no recuerdo mucho, la memoria mía me falla. Tan solo recuerdo el día que ocurrió lo de la guerrilla en Chipaque. Ese día estábamos con mi compadre Fernando Rico en la tienda que era de don Carlos Garzón, cuando escuchamos el tiroteo y mi compadre se asomó y dijo: ¡Uy juemadre se metió la guerrilla! Nos tocó meternos debajo del mostrador y otros escondidos en el orinal de la tienda y nos tocó estarnos ahí encerrados mientras pasó todo, recuerdo que se llevaron un carro.
- ¿Vamos a conseguir la paz en Colombia?
- Si Dios quiere y la virgen si, porque con este presidente Uribe es mucho lo que les ha dado. Yo lo único que le pido a Diosito lindo es que acabe con esa gente tan corrompida que acaba con todo.
- ¿El secreto de vivir tanto?
- Ser juicioso con Dios y orar mucho, yo tengo una Biblia y leo unas cinco paginas diarias y en las cuales en ella dice: “El que reza mucho y va la templo durará muchos años”. El secreto es Dios y la fe.
- ¿Y un consejo a los jóvenes?
- Mi consejo a las nuevas generaciones es vivir con amor a Dios y seguirlo y ser juicioso y que se enseñen a trabajar por que la situación se pone cada vez mas grave.
- ¿Qué le recomienda a quien visite a Chipaque?
- ¡Pues lo más sabroso! Un buen almuerzo con el frijol y la arveja de Chipaque y una buena mazamorra con menudo.
Después de esta buena tertulia, no tuve más que volver a empuñar las manos con este par de respetables señorones. Don Alfredo resultó ser un buen finquero de tracamandaca y amante de las tradiciones campesinas y don Pachito un ferviente discípulo de la fe cristiana; que en resumen son tres razones muy contundentes y exclusivas de un oriundo de Chipaque.

YOVANI ANDRÉS ROMERO.
Periodista chipaquense


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